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Mejores amigas se separaron a los 9 años tras el holocausto, 82 años después volvieron a abrazarse

  • Viernes 26 de noviembre de 2021
  • 12:36 hrs

Durante más de ocho décadas, Betty Grebenschikoff creyó que su mejor amiga en Alemania, Ana María Wahrenberg había muerto.

Durante 82 años, Betty Grebenschikoff creyó que su mejor amiga en Alemania había muerto. Pero hace apenas un par de semanas la tuvo ahí adelante en carne y hueso, en una habitación de un hotel de St. Petersburg, Florida.

La ultima vez que Betty vio a Ana María Wahrenberg fue en la primera boreal de 1939, cuando ambas tenían nueve años. Se abrazaron llorando en el patio de su escuela de Berlín, antes de que sus familias se vieran forzadas a huir del país y de los nazis, en víspera de la Segunda Guerra Mundial.

Ambas creían que aquel abrazo había sido el ultimo que se darían. Pero el cinco de noviembre, tras más de ocho décadas sin verse y los 91 años, Betty y Ana pudieron volver a abrazarse. “Sentí que había vuelto a casa”, dice Betty.

“Fue una gran emoción”, dice Ana, “como si nunca nos hubiéramos separado”.

La historia de su malograda amistad y la concatenación de hechos fortuitos que llevaron a su reencuentro fueron registrados por los medios internacionales a principios de este año.

Ambas sobrevivientes del Holocausto se habían buscado una a la otra durante años, peinando bases de datos y recabando información de todo aquel que pudiera saber algo. No tuvieron suerte, básicamente porque en algún momento de sus vidas ambas habían cambiado de nombre.

“Estuvo siempre presente en mis pensamientos”, dice Betty.

Hasta que uno de los indexadores de la Fundacion Shoah USC (una fundación sin fines de lucro, que tiene el objetivo de recopilar y preservar el testimonio audiovisual de los sobrevivientes del Holocausto) notó similitudes en el relato de ambas mujeres y finalmente logró ponerlas en contacto.

Y así fue que Betty (una de los 20.000 judíos europeos que se instalaron en Shanghai) supo por primera vez con claridad lo que había sido de su entrañable amiga perdida de la infancia: en noviembre de 1939, Ana y su familia huyeron a Santiago de Chile, donde todavía vive.

El reencuentro fue en 2020 a través de la plataforma de Zoom. Al conectarse ambas hablaron su lengua materna, el alemán, y prometieron encontrarse en persona, lo que finalmente paso un año más tarde.

Betty dice que cuando se abrazaron por primera vez en 82 años “tuve esa sensación de que realmente debíamos estar juntas”.

A principios de este año, Anna junto a un hijo y su nuera compró los pasajes y se fue al reencuentro con su querida amiga Betty, “fue como si nos hubiéramos visto ayer, fue todo tan natural” dijo Betty.

Ana María dijo, “es muy especial que dos personas se sigan queriendo así después de 82 años”.

Ambas son viudas y aprovecharon para pasar cuatro días pegadas como siamesas: salieron de compras, compartieron las comidas, y sobre todas las cosas, hablaron durante horas, para recuperar el tiempo perdido.

También intercambiaron regalos muy emotivos. Ana María le llevó a Betty una muñeca Barbie con el vestido tradicional chileno, una foto suya enmarcada y unas joyas, y Betty le regaló una pequeña escultura en forma de corazón, de la que también compró una copia para ella misma.

“Ahora las dos tenemos exactamente el mismo objeto”, dice Betty, que ya puso en su dormitorio la muñeca y la foto que le regaló Ana. “Algo que la haga pensar en mí y algo que me haga pensar en ella.”